• En Colombia, cada semana se describe ante la comunidad científica una nueva especie.
• La presencia de microplásticos esta diseminada en todas las aguas que hacen parte del paisaje colombiano.

Expertos en ictiología, ingenieros pesqueros, acuaristas y pescadores, reunidos en el marco del XVI Congreso Colombiano de Ictiología, realizado en la Universidad del Atlántico, del 27 al 29 de julio, con el objetivo de estudiar el mundo de los peces en múltiples perspectivas, explican el futuro de esta especie desde su distribución por efectos del cambio climático y otros riesgos por factores amenazantes.

Según Carlos Donascimiento, profesor del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia y actual presidente de la Asociación Colombiana de Ictiólogos ASICTIOS, el abordaje desde diferentes escenarios permite asegurar que, en Colombia, por la topografía montañosa con tres cordilleras andinas, especies endémicas de montaña serán las más afectadas debido a que no tienen cómo bajar; incluso, en un contexto de intervención y degradación del hábitat, mientras otros organismos son capaces de ascender a climas más templados y fríos, los peces no lo logran.

En otro de los temas abordados durante el evento, que también sirvió como escenario del séptimo Encuentro de Ictiólogos Suramericanos, se afirmó que existen evidencias científicas de la afectación por microplásticos ya ingeridos por peces de importancia comercial para el consumo humano, involucrando tanto especies marinas como dulceacuícolas, es decir, que el problema no se puede aislar a un ambiente en particular. “La presencia de microplásticos ahora esta diseminada en todas las aguas que hacen parte del paisaje colombiano”, ratificó.

En este mismo sentido, Carlos García Álzate, profesor de la Universidad del Atlántico, resaltó particularmente, que esta institución se destaca por su grupo de investigación de Estudios en Sistemática y Conservación, presentando catorce ponencias, en estudios de peces y zonas inundables como Luruaco, el embalse El Guájaro y el canal del Dique, ejes fundamentales de la economía del cono sur del Atlántico.

El profesional se refirió a resultados parciales de las mencionadas investigaciones, próximas a culminar, las cuales confirman una disminución de la diversidad, por un marcado impacto de la contaminación generada por componentes diversos.  En cuanto a la problemática del microplástico, reiteró que la Uniatlántico adelanta estudios puntualmente en la ciénaga de Luruaco, San Juan de Tocagua y otros ecosistemas marinos, reflejando un comportamiento globalizado, afirmando que “En nuestros sistemas, casi el 100% de los peces tienen microplásticos dentro de su contenido estomacal por el efecto de la degradación ambiental generada por el humano”.

Para los investigadores, son una serie de estresores combinados, sin embargo, este es uno de los más encontrados, seguido de otros como materia orgánica en descomposición, efectos de la ganadería, agricultura, así como de la misma contaminación que arroja el río Magdalena, que arrastra los residuos de alrededor del 70% de la población colombiana sobre la cuenca, ocasionando un estrés hídrico bastante grande.

Según los estudios, indudablemente, las especies endémicas, que son únicas en el país y hacen parte de un acervo único biológico, caracterizándolo como uno de los más biodiversos del mundo, siendo el segundo con mayor variedad de peces, son las que corren el mayor riesgo de desaparecer y que no podrán ser sustituidas por ninguna otra similar.

Producción científica

En Colombia el descubrimiento de nuevas especies es constante. Cada semana se describe ante la comunidad científica una nueva especie y muchas de esas se encuentran en las cuencas que forman parte del escenario del paisaje costero colombiano.

“Estamos en el mejor momento para la producción científica relacionada con los peces en Colombia. Se está gestando una gran producción alrededor de las universidades colombianas, donde se elaboran documentos de tesis que luego se traducen en publicaciones científicas de alto impacto”, indicó Carlos Donascimiento.

Sobre el tema, anunció que se encuentra en marcha un trabajo de actualización del libro de los peces de agua dulce de Colombia, cuya última edición se publicó en el año 2012. “Hay un grupo de trabajo de las principales universidades públicas del país involucrados en esta labor”, afirmó.

Amenazas y retos. 

Durante el encuentro de ictiólogos, en el que participaron también profesionales de otras disciplinas y estudiantes de facultades de biología, se concluyó que se enfrenta un reto enorme para la conservación de la ictiofauna, en el que las autoridades ambientales y los entes territoriales deben vincularse, conociendo las actividades de base que existen, teniendo en cuenta las recomendaciones de medidas de mitigación que se pueden implementar, gestionando la conservación de los peces y de toda la fauna asociada a los sistemas acuáticos.

Según el profesor García Alzate, hay una amenaza latente contra la seguridad alimentaria de las poblaciones ribereñas de la cuenca Magdalena, “Esto no quiere decir que nos vayamos a quedar sin peces, pero si debemos actuar frente a las mismas”, aclaró.

Los expertos recomiendan múltiples medidas, mencionando como una de las más importante trabajar en la conciencia ambiental, respetar las rondas hídricas de las zonas inundables que ya están definidas por ley, mantener los flujos entre los ríos y las zonas de inundación que generalmente están tapados por terraplenes que están usando los ganaderos para sus actividades.

El encuentro de expertos en ictiología, que contó con conferencistas desde Alemania, Inglaterra, Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela, permitió reafirmar que las actividades que se realicen para la conservación de las especies deben adelantarse de manera articulada entre el Estado, las universidades que generan el conocimiento y los tomadores de decisiones, como son las corporaciones autónomas regionales, acompañados del conocimiento de las poblaciones.

Investigaciones en Atlántico.

Rene Rojas Luna, biólogo de la Universidad del Atlántico, quien actualmente cursa segundo semestre de la Maestría en Biología de la misma universidad, destacó estos espacios académicos por el intercambio de conocimientos entre expertos.

El biólogo pertenece al grupo de investigación Estudios en Sistemática y Conservación y, en asocio con docentes del programa de Química de la Universidad, manifestó que para él tiene un significado muy grande poder participar de estudios importantes, resaltando dos proyectos asociados a la contaminación por microplásticos en sistemas acuáticos.

El primero, explicó, es en sistemas dulceacuícolas en dos ciénagas del Atlántico, que representan un recurso hídrico de importancia comercial y subsistencia para las poblaciones como la ciénaga de Luruaco y Tocagua, ubicadas al suroccidente del departamento, donde se evalúan los efectos por este contaminante, en cuatro variables: agua, superficial, sedimentos, peces y bivalvos. El segundo proyecto se realizará con distintas matrices, ampliando la cobertura en los departamentos de Atlántico, Magdalena y San Andrés.

Cabe recordar que este es un evento que se realiza cada dos años en Colombia y en esta versión contó con más de 230 participantes no solo de las comunidades de ictiólogos, sino de aquellas que trabajan por los ecosistemas acuáticos. Se trataron temáticas variadas, desde su taxonomía, afectación del cambio climático en las especies y para garantizar la soberanía alimentaria a través de la provisión del recurso pesquero, acuicultura, parásitos en peces, entre otras, abarcando todo el espectro de conocimiento sobre estos animales.